Los vientos que soplan desde Wimpeshi

 

Autoridades Wayuu dicen sentirse como un incauto conejo siendo cazado por un sagaz gavilán, en el que el gavilán aprovecha precisamente las corrientes del viento para que en picada se arroje sobre su presa que desprevenida siente las garras sobre su lomo resignado a ser devorado en medio del desierto; así se siente la llegada de las empresas a las comunidades, en la que autos lujosos y emperfumados ingenieros llegan a aprovecharse del hambre y la sed de las comunidades ofreciendo peañas cosas que en nada compensan no solo las decenas de impactos, sino también el desconocimiento a que como hijos de la tierra, las comunidades deben ser reconocidas como sujetos accionistas en la participación de los altos dividendos producidos por las gavilanezcas empresas.

Las Mujeres Amigas del Viento llegaron hasta el Corregimiento de Wimpeshi en jurisdicción del Municipio de Uribia, un lugar donde ya han iniciado obras para la instalación de aerogeneradores al servicio del aprovechamiento de los vientos para la energía eólica.

Este proceso que viene caminando el territorio con base a donde el viento nos lleve, busca propiciar espacios de diálogo para la formación e información en cuanto a la llegada de empresas multinacionales al Territorio Wayuu y todo lo que esto implica en cuanto a impactos, compensaciones y trato equitativo que garantice la armonía de las comunidades en su entorno social, territorial, ambiental, espiritual, económico y cultural.

Si hay algo claro, es que varias comunidades no están presentando actitud de ser opuestas a que el territorio y sus condiciones en cuanto a los vientos y el sol, sean aprovechadas en función de parques eólicos y de energía solar, sin embargo si es común encontrar en los diálogos que hay una gran desventaja en el cómo se están llevando a cabo los procesos de consulta previa, los cuales estandarizan protocolos de compensación que no van acorde a las realidades de cada comunidad, generando así inconformidades que van desde simples discusiones frente a la empresa hasta rupturas del tejido social inter e intraclaniles.

Hoy las comunidades plantean que las empresas deben entender que el principio del valor de la palabra es el principal elemento para tener en cuenta en el procesos de llevar a cabo diálogos de entendimiento; es el dialogo en igualdad de condiciones el que debe ser garante de aprovechamiento de la riqueza y el goce pleno de derechos equitativos de cara a las reales ganacias de las empresas.

Si existe una queja clara y constante por parte de las comunidades frente a procesos anteriores con multinacionales, es que el estado debe estar del lado de los intereses comunitarios y no de las empresas; que las consultas deben ser realmente previas y responsablemente informadas, teniendo en cuenta brechas idiomáticas y académicas que garanticen una información idónea que permita la participación consiente de la comunidad para la toma de decisiones frente a las empresas.

En medio de los diálogos continuos que se dieron en el seno de Wimpeshi, estas reflexiones surgieron como voz de aliento para aquellas comunidades que están siendo acechadas por las empresas en procesos de preconsulta y que con base a la experiencia de mas 14 comunidades que se encuentran en Wimpeshi, ya hay vivencias claras que les traza un camino a seguir que les garantice una participación mas igualitaria.