#minga2020 Por el Derecho a la Vida y la Dignidad de los Pueblos Indígenas

Por Ignacio  Manuel Epinayu Pushaina

Wayuu Pushaina 

Especial para NotiWayuu

La palabra Minga viene del Quechua Mink’a, que era “como ciertas comunidades andinas llamaban al trabajo agrícola colectivo a beneficio general de la tribu…”, En otros pueblos indígenas la acción colectiva en lo social, económico, político y cultural tiene denominaciones específicas, según cada cosmovisión. Para los Sikuani, la expresión Ünüma y Pa’inwaa o Yanama para los wayuu, hacen referencia al trabajo, esfuerzo o acción colectiva, en pro del bienestar de todos los miembros de la comunidad. Lo que ahora han dado por llamar el buen vivir de las comunidades ancestrales.

Ante la amenaza permanente de exterminio físico y cultural de los pueblos indígenas de Colombia, la movilización es el camino para llamar la atención a los históricos reclamos que muchas veces son incumplidos por los sucesivos gobiernos, en cuanta mesa de negociación se firmen acuerdos que permitan el bienestar colectivo de las comunidades. Arropados bajo la opinión fácil y alienada a las voces institucionales, la Minga como proceso de movilización política es estigmatizada a través de los medios de comunicación y las redes sociales afines al gobierno.

Hasta el año dos mil diecinueve las movilizaciones sociales de las comunidades indígenas, expresadas en la Minga Nacional, se han dado para hacer los reclamos por el incumplimiento de acuerdos de los gobiernos regionales y nacionales, cuando en reuniones de todos los niveles se hacen acuerdos que nunca se cumplen. Esa ha sido la constante hasta la minga nacional del año pasado: el gobierno ha incumplido su palabra y da cualquier explicación para matizar su incapacidad de atender los compromisos refrendados. Hasta un Ministro que hoy está preso se indignó preguntándose incrédulo ante los micrófonos: ¿Y esa gente para qué quiere más tierras si ya tienen suficiente? 

En esta ocasión, la #Minga2020 tiene un componente adicional a las demandas tradicionales y es el llamado de atención de gobiernos y ciudadanos de Colombia y del mundo, debido a las masacres y desplazamientos cuyas víctimas principales son los indígenas y los líderes sociales, especialmente en el norte del Cauca, pero también en muchas regiones del país, hecho que el gobierno ha desoído de manera sistemática, dando explicaciones vacías sobre el recrudecimiento del conflicto en regiones especialmente sensibles de la geografía nacional. Cauca, Caldas y Huila son los departamentos epicentro de la actual movilización.

Importante aclarar que el espíritu de la minga es esencialmente colectivo. En cada jornada de movilización los diferentes cabildos hacen su aporte para todos, de manera que la suma de aportes y esfuerzos les da el carácter colectivo de resistencia pacífica a los pueblos en movilización, y no dependen de los gobiernos locales, regional o nacional para resistir los días de travesía que puede durar la movilización desde sus cabildos hasta Bogotá. La minga es resistencia pacífica, a través de la visibilización de los pueblos olvidados en las agendas de los gobiernos.

Se aprovechan también las relaciones internacionales y nacionales de las organizaciones sociales e indígenas cuando se hace llamado a la solidaridad y como una mochila que se va llenando de solidaridad, la marcha de los pueblos son en muchas ocasiones recibida con aplausos, una bolsa de comida, un aporte para el sostenimiento de la movilización, a la cual acuden a las orillas de las carreteras y calles en las ciudades, desde niños hasta ancianos a saludar el paso de los caminantes. Es casi un gesto ritual salir a saludar a los marchantes de la minga cuando llegan a Bogotá.

Sin embargo la minga no comenzó en el Cauca, ni fue iniciada por los pueblos andinos donde es mas fuerte el sentido de la palabra Minga, sino que es precisamente la Ünüma de los pueblos nómadas y seminómadas (Sikuani, Piapoco, Sáliva…) de las extensas llanuras quienes desde hace un mes han frenado la producción en los pozos petroleros en las inmediaciones de Puerto Gaitán en el departamento de Meta. “Fueron los nómadas de las áreas llaneras y no los sedentarios andinos los iniciadores de esta gran movilización”, manifiesta un alto dirigente del movimiento indígena colombiano.

Mientras tanto el gobierno nacional, deslegitima de manera irresponsable la movilización insinuando que ésta está infiltrada u obedece a intereses políticos de la oposición, como si las movilizaciones sociales no fueran una expresión política de inconformismo ante el autismo de un gobierno que después de dos años de iniciado no encuentra su norte. Y los medios de comunicación replican las voces intolerantes sin explicar en contexto las razones de la movilización expresada en la popular #Minga2020.

Este tipo de movilizaciones nacida de la voluntad de reivindicación de los pueblos indígenas, debería ser un ejemplo de dignidad para que otros pueblos indígenas del país, unan esfuerzos, repliquen las mejores iniciativas y puedan finalmente hablar de dignidad y no depender de los gobiernos para hacerse visibles en el panorama nacional e internacional.

Fraternal saludo a la #Minga2020.

#EstaEsMiPalabra.