Por, Miguel Iván Ramírez Boscán
Red de Comunicaciones del Pueblo Wayuu
@MiguelWayuu
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“En el sonido de la corneta,
se sabe si el petero trae dedito” – esto solía decirme mi abuela cada tarde mientras
esperábamos las carretillas, frase que hoy recuerdo con claridad porque pega
perfectamente en lo que para elecciones de Octubre de 2015 se oía lo que
se sucedería en cuanto a gobernación, pero esta vez con un componente
diferente, ya no sería un hombre sino una mujer la gobernadora destituida, la
auto proclamada mujer Wayuu – Oneida Pinto, por razones que durante toda su
campaña tambaleó, no había sido inscrita bajo las normas y fechas que establece
la ley, es decir que estaba inhabilitada.
“Muchas cornetas y carretillas
peteras entran en juego”, el Partido Cambio Radical y sus cabezas visibles en
La región Caribe como lo es por ejemplo Alejandro Char, quien en su afán de “Barranquillizarnos”,
se venía a desfilar calles montado junto a “One” en una aplanadora petulantemente
posando para medios de comunicación mientras sonaba la famosa canción de Oñate
a tó timbal respaldándola; como olvidar la mañana en la que Abelardo de La
Espriella con sombrerito fashion y sonrisa arrogante al lado de “La princesa
neowayuu” con colorida manta y “kiara” en su cabeza posaba ante las cámaras para
celebrar lo que en su momento acomodaron jurídicamente para burlarse de La
Guajira, los Char, Rodrigo Lara y De La Espriella deben rendir cuenta a La
Guajira, citando por ultimo precisamente aquella población guajira desprevenida
que con publicidad esperanzaron posicionando en su foto una mujer con pose
enchoyá y cuyo soporte lo argumentaron en que “porque era mujer iba a ser el
cambio”, pero que hoy a escasos 8 meses más adelante, nos damos cuenta que elegimos
a “la misma loca, pero peiná” – otra frase de mi abuela.
"... y como el que nace pa´ pipón, ni si lo fajan chiquito" - Jorge Pérez investigado,
Hernando De Luque preso, José Luis González preso, Juan Francisco “Kiko” Gómez
preso y ahora por último, Oneida Rayed Pinto con su nulidad en la elección,
ponen en evidencia toda una generación de insensatez para proceder políticamente
ante un departamento que hoy se carcome sobre la irresponsabilidad de estos 20
años de ingobernabilidad, en el que competimos por ganarnos el último puesto
del país como el más pobre en todos los sentidos: más de 5 mil niños han muerto
por desnutrición, la educación es un negocio, comercian con los carné de salud
de las IPS, trastean votos fronterizos con Wayuu como si fueramos chivos, morimos de sed y el agua es para las multinacionales; aun en medio de todo esto, el presidente, ministros,
senadores y cuanto político se le ocurra, se vienen con su periodismo
descontextualizado a vivir en el nuevo distrito riohachero el novedoso turismo
lastimero para preguntarse qué es lo que sucede en La Guajira, cuando la
realidad es que son plenamente conscientes de "por donde es que le entra el agua al coco", pero eso sí, su
mochilita Wayuu regateada en la primera de Riohacha si se la llevan.
Con entusiasmo y esperanza
celebro lo que sucede, no por algo personal contra Oneida, sino que esta vez sí
noto en el ambiente la lección aprendida, incluso en los que votaron por ella
veo el gesto de boca encogida y ojos abiertos diciendo “la cagué”, siendo este
el escenario perfecto para mirarnos de frente todas y todos los guajiros generando espacios concertados entre las diferencias visionando la reconciliación de
toda esa gente que vive “agarrándose de los pelos” en épocas de elecciones, de
las cuales debemos aprender de una vez por todas que nos estamos jugando
nuestro futuro colectivo y no los puestos y contratos para salir de pobres y
poder comprarnos una “fortuner”, por el contrario ante las carísimas elecciones
atípicas que pronto se deben anunciar, nuestro profundo análisis se debe
centrar en proyectar nuevos liderazgos para La Guajira, ser rigurosos en revisar
a profundidad quien es quien, antecedentes, hoja de vida, liderazgo, trabajo
demostrable y diferente, mostrar que no está bañado de esta politiquería vieja,
pero sobre todo que sea una persona que lleve fuerte en su ser, el sentido de serle
leal a La Guajira.
Pongámonos pilas, afinemos nuestros
sentidos, incluido el instinto… “Lo que se va a ver tarde, se siente temprano” –
le decía mi abuela a una prima para que dejara un mal novio; el estado
colombiano, de esta manera envía una señal al departamento, aquí ya no se puede
estar mamando gallo en 2 sentidos: el que se vaya a lanzar debe saber muy bien
lo que hace porque tiene todos los ojos vigilantes, de la misma manera a los
electores nos asiste la responsabilidad de saber muy bien en quien depositar la
confianza esta vez, porque si bien todas las cornetas suenan iguales, del
esperar pacientemente identificando lo que suena a lo lejos, al momento de
tener el poder en nuestras manos, sabremos centrar el pensamiento para levantar
La Guajira que queremos, es decir: “En el sonido de la corneta, se sabe si el
petero trae dedito” – solía decir mi abuela.
"Por respeto a la Guajira, cambio radical no debe lanzar mas candidatos"
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