Desde Maicao, Territorio Guajiro, Territorio Wayuu.
Reconozco que me emocioné cuando vi tu campaña #LaPrimeraGota, amigo James. De hecho, antes de
continuar, discúlpame por el atrevimiento de escribirte con semejante confianza.
En verdad te escribo desde el profundo respeto que despiertas en mí, pero al
seguir de cerca tu carrera futbolística, al haber sentido en carne propia las
vibrantes emociones que nos has regalado a los Colombianos con tu impecable
desempeño, desde la selección, hasta cada uno de los clubes en los que has
jugado, has hecho que mucha gente como yo, te sienta como un amigo más, como un
compinche muy cercano, casi como un hermano de esos que solo adopta el corazón,
ahora con más razón, cuando he visto que tus ojos y tu buena intención, están
puestos en las calamidades que vive La Guajira.
La Guajira es un departamento que ha sido bendecido con innumerables
virtudes naturales y culturales que lo han llevado a convertirse en un paraíso
exótico para Colombia y el mundo. Los inigualables lugares, indómitos y
bellos a los ojos humanos, son un atractivo turístico que
atrae desde nativos hasta visitantes de talla internacional. La
inigualable artesanía que tejen dedicada y labioriosamente, las mujeres Wayuu artesanas
que luchan por un comercio justo. A todo lo anterior se
suma el hecho de que, en La Guajira, se encuentran los gigantescos yacimientos de carbón
térmico para producir energía de la mejor calidad en países
como Alemanía, Italia y Estados Unidos, entre otros. Esta tierra pareciera entonces que lo
tiene todo para vivir perfectamente, pero los que habitamos este suelo, no podemos encontrar las
razones adecuadas para explicar el por qué con tanto potencial para ser un
departamento ejemplo de economía exitosa
a nivel nacional, nos encontramos recogiendo las migajas del olvido y la
indiferencia convertida en lástima pasajera.
Esta es, mi amigo James, ésta
es mi Guajira engalanda, que por años fue olvidada y hoy se yergue grande. Aquí
es donde yo vivo, y como habitante de este lugar te debo confirmar que
efectivamente se padece de hambre y de sed. Pero debo contarte mi amigo James,
que los más muertos de hambre y sed se divierten vivos, sí, porque andando de
comunidad en comunidad, sea esta Wayuu o Wiwa o una comunidad afrodescendiente
o una comunidad desplazada por la violencia, mueren de hambre y sed por el
dinero. Sí mi amigo James, los más muertos de hambre son los políticos y
los gobernantes de turno y ¡hay más!: mientras aquí la gente y en
particular los niños y las niñas Wayuu se muere de hambre y sed, con tristeza
te cuento que justamente esos políticos de turno que buscan saciar su gula de
poderío económico y que a la vez tienen pervertida a la sociedad que vive al
pendiente de las “picadas” de contratos con alcaldías y gobernación, son unos
de los que desangran los recursos que se destinan para mitigar el hambre de los
que no tienen comida o agua, dineros que nunca llegan a las comunidades pero si
a las cuentas bancarias de todos los que esperan un pedacito del botín. Solo
para nombrar algunos ejemplos, esto lograrás evidenciarlo en algo actual:
el alcalde de Maicao Euripides Pulido tiene la casa por cárcel; la ex
alcaldesa de Manaure, Francisca Freyle está presa; mientras, la ex alcaldesa de
Uribia Cielo Redondo escapó de un operativo montado para su captura; ni hablar
del ex gobernador Juan Francisco “Kiko” Gómez, preso también por varios delitos
en su contra y ni que decir de las decenas de funcionarios públicos que también
están presos o que enfrentan investigaciones serias en su contra, todo causado
por el hambre y la sed del descarado “CVY” – “Cómo Voy Yo” tan encarnado en
nuestra sociedad, que es parte de la enfermedad que nos azota en esta esquina
de Colombia.
Pero las más hambrientas, mi amigo James, son las multinacionales.
Con nosotros en La Guajira convive el Cerrejón, una multinacional que
desentierra carbón mineral para ser exportado, dicha extracción lleva consigo
una masacre ambiental, nefasta para nuestro frágil ecosistema que carece
principalmente de agua, la cual nuestro departamento obtiene de una sola fuente
hídrica como lo es el Rio Ranchería del cual esta empresa, paradójicamente y
literalmente “se toma” millones de litros de su caudal, solo para procesos de
lavado del carbón. Esta realidad, termina siendo un hecho que acelera de manera
indiscriminada el cambio climático local porque afecta el microclima que, como
ya he mencionado, es frágil además de altamente vulnerable, tan vulnerable como
la gente que aquí habita y que ha sido obligada a mendigar cuando teniéndolo
todo, se lo han robado. Esta realidad, mi amigo James, si se
analiza con la lógica de la más simple que existe se traduce en que algo anda
mal… Entonces me atrevo a pedirte que te contestes a ti mismo una pregunta que
me ronda desde siempre el pensamiento: - ¿por qué si es tan crítico
el tema de la sed de nuestra gente y de nuestra tierra, se permite que empresas
extractivistas de este tipo impongan sus reinados en nuestros territorios,
además, con la cínica venia del Estado?
Con alegría, mi amigo James, tengo que decirte que los frutos de tu
campaña ya han llegado a La Guajira. Con satisfacción los medios de
comunicación así como guajiras y guajiros, hemos replicado la noticia de que tu
Madre Pilar, ha venido a traer mercados y botellas de agua a los más
necesitados. A esta maravillosa iniciativa, a manera de anécdota, te expongo
otra de mis reflexiones insistiendo en que mis comentarios los hago desde mi
admiración por ti y desde el más profundo respeto que te profeso: -Hace algunos
meses, medios de comunicación encendieron las alarmas por la sequía, lo cual
estimuló una opinión nacional e internacional que se volcó a La Guajira para
traer agua en botellas y bolsas de todos los tamaños y marcas pero tristemente,
después de lograr poner un paño de agua tibia a la sedienta
situación, al caminar por varias de esas comunidades, quienes aquí
habitamos vemos con preocupación que toda esa oleada de agua prisionera en plástico,
luego de saciar momentáneamente la sed, finaliza su ciclo de vida ensartándose
en los arbolitos de trupillo y los cactus que adornan este paraje.
Entonces, una solución está trayendo otro problema y temo que en poco tiempo
las niñas y los niños Wayuu que hoy padecen enfermedades relacionadas con la
desnutrición, se encuentren nadando en un mar de plástico contaminante, y creo
que esa tampoco es la idea.
Quizá parezca extrema la realidad que te cuento mi amigo James, pero el
objetivo de esta carta no es ni exagerar la situación, ni poner quejas, ni
mucho menos cuestionar tu iniciativa, sino más bien aportar a tu campaña que
sé, has emprendido con la mejor de las intenciones para ayudar a esta gente que
es tu gente. Te invito mi amigo James, a que hagas crecer aún más
tu campaña en torno a contrarrestar estos puntos que te he expuesto en esta
carta. Te invito mi amigo James, a que vengas a La Guajira para que
conozcas de primera mano la situación, para que se analicen de manera conjunta
soluciones que vayan más allá de traer a las comunidades agua prisionera en
botellas cuando se podría liberar el agua que corre debajo de la tierra o que
sigue viva y libre en el caudal de nuestro abuelo el Río Ranchería. Seguro que
con tus asesores se podrán diseñar Hash Tags y videos donde te pronuncies y se promueva evidenciar la responsabilidad que tienen los corruptos y las multinacionales en el hambre y sed.
Sé que esto no es tu responsabilidad, pero tu gallardía al empujar esta
campaña, demuestra que te mueves tan bien por las causas nobles para ayudar a
tu pueblo, como te mueves en la cancha. Te invito a que estimes la
posibilidad de que programemos un partido en la cancha del estadio de Maicao el
cual por poner otro ejemplo no ha sido terminado por el mismo cuento de la
corrupción, pero que la coyuntura si sirva para que una figura pública tan
querida, venerada y amada por el pueblo Colombiano, verdaderamente pueda generar cambios profundos, porque es qué otra cosa que te digo mi amigo James,
es que cuanto te he dicho aquí, ya lo han dicho muchos guajiros y nada ha
pasado, pero tengo esperanzas en que tu logres que definitivamente “nos paren bola”.
Cada partido de fútbol que me entero vas a jugar busco verlo con la
ilusión de felizmente verte anotar un gol, lo cual repleta de felicidad y
orgullo de país mi pecho, el cual latió cada segundo que tarde redactando estas
letras que he escrito con humildad y respeto; no sé si llegue a ti, pero de
igual manera espero sirva para que todo aquel que la lea entienda que es lo que
pasa en La Guajira, pero que además de a poco esta sirva para contribuir desde
mi pensamiento para que la enfermedad que carcome a La Guajira que es una
combinación de corrupción, clientelismo y multinacionales, deje de seguir
“anotándonos esos goles”, porque sus goles corruptos no nos dan para comida ni
agua.
Me despido mi amigo James, mi querido hermano adoptado de mi corazón
y te envío con este texto un regalo que es la fotografía que acompaña esta carta en la que
aparece un niño Wayuu en la cotidianidad de su comunidad buscando agua y
portando con infinito amor y profundo orgullo tu camiseta. Mi querido
James, nos hemos puesto tu camiseta y te agradezco por apoyar con tu campaña a
mostrarle al mundo la realidad de las niñas y los niños Wayuu a los que ha
matado el hambre, la sed, la contaminación, la indiferencia. Gracias mi
hermano James por ponerte la camiseta de nuestro pueblo.
Con afecto, respeto y admiración se despide Miguel Iván Ramírez Boscán.
twitter: @MiguelWayuu
Instagram: @miguelygram
Buenos dias si me gusto la carta enviada a james y la iniciativa de el por la guajira; pero vale una observacion, en realidad hubiese sido mejor las donaciones en la alta guajira que es en realidad donde se vive la necesidad del wuayu,donde realmente falta el agua la comida la ropa donde se ve la desnutricion y la miseria absoluta del wuayu
ResponderEliminarBuenos dias si me gusto la carta enviada a james y la iniciativa de el por la guajira; pero vale una observacion, en realidad hubiese sido mejor las donaciones en la alta guajira que es en realidad donde se vive la necesidad del wuayu,donde realmente falta el agua la comida la ropa donde se ve la desnutricion y la miseria absoluta del wuayu
ResponderEliminarExcelente carta para darle a conocer al mundo la realidad de la guajira
ResponderEliminarBuenos días Guajira, Colombia, El Mundo, lo que dice Miguel Ivan es nuestra peor realidad, bendecidos por Dios y la Naturaleza. Pero también el profesional criollo aprendió las mañas de la Corrupción, y, no le importa su pueblo , su gente, los niños y niñas. Su preocupación es enriquecerse sin importar nada. Destruir el medio ambiente, los cuerpos de agua, la cultura, el legafo de nuestros antepasados,. La edad moderna es progreso, pluralidad, inclusión, oportunidades, gracias James Rodrigue, su campaña es ejemplo y bendición para el pueblo Guajiro. Gracias.
ResponderEliminar