Combatir la desnutrición
y sanar el alma, fueron algunas de las reflexiones sobre medicina tradicional
wayuu que se compartieron en el marco de la 5ta sesión de la Escuela de
Comunicaciones del Pueblo Wayuu que se llevó a cabo en La Ranchería La Paz del
Municipio de Maicao.
Por,
Miguel Iván Ramírez Boscán – Wayuu Epinayu
Miembro
de La Red de Comunicaciones del Pueblo Wayuu – Pütchiimajana
Coordinador
de La Escuela de Comunicaciones del Pueblo Wayuu
“Señora
Rita, caminemos mejor hacía el otro lado porque para allá lo que se ve es puro
monte”. - Sugerí mientras ella caminaba pausadamente pero segura hacia donde
iba, pero al escucharme se detuvo, giró suavemente su cabeza, la cual dejó
descubrir una tranquila y sabia sonrisa que acompañó diciéndome: - ¡Es que es
precisamente para el monte el lugar donde debemos ir sobrino!
De
esta manera se dio inicio a un recorrido guiado por las Autoridades
Espirituales Rita Fince y Cecilia Bonivento, de la mano del Gestor Cultural
Joaquín Prince “Inco”, quienes aceptaron la invitación por parte de La Escuela
de Comunicaciones del Pueblo Wayuu para que el marco de su 5ta sesión guiaran
con sus saberes la temática escogida, como lo fue la Medicina Tradicional
Wayuu, la cual se cubrió por los jóvenes escuelantes aprendiendo sobre el
género periodístico de “La Noticia”, obteniendo 8 productos comunicacionales,
entre escritos, audios y videos que dieron cuenta de diversas preocupaciones, fortalezas
y planteamientos de los que se debe estar atentos, debido a que es precisamente
en los conocimientos ancestrales indígenas donde tienen las grandes
multinacionales farmacéuticas los ojos puestos, ya que es allí donde se
encuentran centenares de curas a enfermedades a las que la ciencia no ha
logrado encontrarle solución, pero a la vez convertirla en estrategia de
mercadeo que les permita seguir abultando sus cuantiosas fortunas.
¡No sabe el alijuna, incluso a veces el wayuu, lo que hace desmontando lo que mal llaman maleza, siendo que es allí donde se encuentra la cura a muchos de sus males, no solo del cuerpo, sino también del alma! – Comentaba en su idioma wayuunaiki la Señora Cecilia, quien empuñaba en su mano con gestos de satisfacción gran variedad de arbustos, semillas, ramas, hojas, troncos, cortezas, flores y hasta hongos, los cuales había recolectado en un tramo de poco menos de 40 metros, y que con el involuntario asombro las preguntas por parte de los escuelantes a las sabedoras, brotaban como una planta más.
Por
la noche se preparó una Yonna, danza tradicional wayuu que se ha folclorizado
como si fuera un simple baile, pero que su fortaleza es inigualable para alejar
malas energías y a la vez atraer las buenas, dar una buena y oportuna
interpretación a un sueño puede cambiar el destino de quien se encuentre en
peligro, bañarse con algunas ramas seleccionadas puede proteger y trazar
mejores caminos, la presencia o comida de animales puede salvarte de enfermedades
que se creen incurables y por último las plantas complementan todo esto, porque
– “nosotros no nos enfermamos solo de dolencias del cuerpo… el alma también
suele enfermarse y cuando es el alma la que se enferma, la cosa se pone peor…” –
Decía meciéndose en un chinchorro la Señora Rita.
La desnutrición infantil, realidad actual que mediáticamente se ha enterado el mundo entero padecemos en Territorio Wayuu, fue uno de los temas abordados en los conversatorios, para el cual la Señora Rita decía: - “yo si veo las noticias y periódicos que desde el año pasado cargan ese tema, nada más que se ven bolsas de “Bienestarina” de aquí para allá, pero yo que sé cómo se trata eso desde la medicina tradicional, nunca han venido a consultarme nada… si nos consultaran grandes avances se habrían visto, pero como ya no creen en los conocimientos de uno”.
El
fruto del trupillo hervido junto con ramitas del mismo, sirve para el azúcar,
el fruto del divi divi para la gripa y dolores crónicos de la garganta, el
malambo alivia dolores de cabeza y diarrea, la sábila es un cicatrizante único,
así como también ayuda a la flora intestinal para mantenerse activa, semillas
poco conocidas que en idioma wayuunaiki se conocen como “alepshü” alivianan los
dolores del parto, éstas entre muchas plantas más, dan lecciones de vida que
despiertan la dormitada confianza que hay en las medicinas tradicionales del
Pueblo Wayuu, que sin duda alguna de tenerle en mayores proporciones presente, cuidaríamos
más la Madre Naturaleza para que con sus plantas ella misma nos cuide a
nosotros.
“¡Nadita hay que ir a buscar a las farmacias a gastar la poca plata que hay, solo basta con caminar el monte, conocer un poco sobre las plantas y tomarlas como medicina según la enfermedad que padezca el cuerpo… eso sí, no olvidemos también la fortaleza de soñar, es ahí donde sanamos el alma, ella también necesita ser tratada!” – Sembraba sabiamente la Señora Cecilia en su hablar finalizando la jornada.
Grandes
y diversas reflexiones surgen alrededor de la forma de ver el mundo por parte
del Pueblo Wayuu, la medicina tradicional ha dejado grandes enseñanzas que
debemos resguardar para que no se pierdan o vengan de afuera a apropiárselas.
La
Escuela de Comunicaciones que para esta 5ta sesión visitó la Ranchería La Paz cerca
del Municipio de Maicao, se llevó a cabo gracias al rescate de un valor
cultural como lo fue realizar una “Yanama”, practica en la que todas las
personas asistentes hicieron un aporte que se vio desde la chicha, ovejo, arroz
y bulto de guineo entre muchas cosas más, programando para el mes de Junio visitar
Jepira – Cabo de La Vela, sitio sagrado más importante para el Pueblo Wayuu, allí
se estará abordando y profundizando la temática de la espiritualidad y
cosmovisión Wayuu, hilando de esta manera una experiencia más para contarle al
mundo como aporte para la pervivencia de nuestro pueblo.
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